Oriente Medio y África: El viaje hacia el Islam
Empieza la segunda jornada del programa, y Lali Sandiumenge, periodista freelance, nos presenta a dos mujeres que dedican su vida a viajar y conocer otras culturas para nutrirse de nuevas experiencias y maneras de ver y comprender el mundo. Ellas son Ana María Briongos y Cristina Pulido, quienes han asistido a la ponencia para explicarnos su vivencia en el islam.
Ana María Briongos |
Salió del país con muy poco dinero y sin billete de vuelta, cogiendo un barco y poniendo rumbo a a Beirut, donde viajó mediante autobús hasta Kandahar, Afganistán. Su primera impresión fue de retroceso al pasado, “me pareció un pesebre” dice.
Una vez instalada, empezó a trabajar de cocinera en un hotel y cada día iba a un bazar a desayunar con lo que consiguió que la gente la conociera. Salía muy a menudo a pasear con una amiga, momento en el que veía apropiado ponerse el burka, ya que esto las hacía invisibles, y aprovechar para experimentar esta otra manera de observar el mundo que tienen las mujeres afganas.
Estas solían estar totalmente recluidas en casa siendo inexistentes ante un mundo de apreciable dominio masculino, pero al ser una mujer soltera la acogieron en sus viviendas y le cogieron confianza integrándola al grupo como a uno más, brindándole así la oportunidad de vivir desde dentro el mundo de las mujeres de Afganistán, un lugar que muy poca gente occidental conoce.
Toda esta experiencia para ella supuso saborear la libertad, y quería más, pero se dio cuenta que en aquella época una mujer viajera sin estudios estaba mal vista, así que volvió Barcelona y terminó la carrera. Quiso trabajar de física y pedir una beca en Irán para aprender a hablar persa, la cual acabaron concediéndole en Teherán.
El país le resultó muy diferente de Afganistán, mucho más moderno. Al llegar a la universidad vió que le habían matriculado en doctorado, el cual no pudo hacer debido a su falta de idioma, ya que al tener que empezar de cero el nivel que adquirió no era el suficiente para cursar el doctorado, aunque actualmente sabe hablar un persa popular de calle.
Trabajó muchos años en Irán, hasta que que llegaron los soviéticos y estalló la guerra entre Irán e Irak y decidió volver a casa y formar una familia, aunque reconoce que cuando sus hijos se hicieron mayores volvió a visitar Irán.
Estas solían estar totalmente recluidas en casa siendo inexistentes ante un mundo de apreciable dominio masculino, pero al ser una mujer soltera la acogieron en sus viviendas y le cogieron confianza integrándola al grupo como a uno más, brindándole así la oportunidad de vivir desde dentro el mundo de las mujeres de Afganistán, un lugar que muy poca gente occidental conoce.
Toda esta experiencia para ella supuso saborear la libertad, y quería más, pero se dio cuenta que en aquella época una mujer viajera sin estudios estaba mal vista, así que volvió Barcelona y terminó la carrera. Quiso trabajar de física y pedir una beca en Irán para aprender a hablar persa, la cual acabaron concediéndole en Teherán.
El país le resultó muy diferente de Afganistán, mucho más moderno. Al llegar a la universidad vió que le habían matriculado en doctorado, el cual no pudo hacer debido a su falta de idioma, ya que al tener que empezar de cero el nivel que adquirió no era el suficiente para cursar el doctorado, aunque actualmente sabe hablar un persa popular de calle.
Trabajó muchos años en Irán, hasta que que llegaron los soviéticos y estalló la guerra entre Irán e Irak y decidió volver a casa y formar una familia, aunque reconoce que cuando sus hijos se hicieron mayores volvió a visitar Irán.
“Yo no soy periodista, soy aventurera” reconoce. Siempre ha buscado conocer y comprender otras culturas y escribir sobre ello, y publicó Negro sobre negro, Esto es Calcuta, Invierno en Kandahar, entre otros.
Gracias a su profesionalidad y dedicación, consiguió que sus padres, que nunca habían salido de España ni se planteaban hacerlo, viajarán y conocieran Irán y Afagnistán, un hecho que nos pone de ejemplo para terminar su ponencia enardeciendonos: “Uno tiene que ser arriesgado y seguir sus ilusiones, ver mundo”.
Gracias a su profesionalidad y dedicación, consiguió que sus padres, que nunca habían salido de España ni se planteaban hacerlo, viajarán y conocieran Irán y Afagnistán, un hecho que nos pone de ejemplo para terminar su ponencia enardeciendonos: “Uno tiene que ser arriesgado y seguir sus ilusiones, ver mundo”.
Tras finalizar el turno de palabra de Ana María Briongos, Cristina Solías ha empezado a contarnos sus viajes e historias.
Cristina Solías |
Cristina se licenció en periodismo en la facultad de ciencias de la comunicación de la UAB hace 10 años y debido a la crisis económica que azotaba España en ese momento no lograba encontrar un puesto de trabajo. Con sus ahorros y su interés por Oriente Medio decidió emprender un viaje hacia Jordania y Palestina.
Poco después Cristina se incorporó a las filas de RAC1 donde actualmente es editora de informativos. En RAC1 ha tenido la oportunidad de cubrir algunos de los acontecimientos más importantes de los últimos años como las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, los atentados de París o la guerra de Ucrania. Cristina remarca su estancia como enviada especial en la ruta de los refugiados en los Balcanes, lo cual supuso “una experiencia que la marcó”.
A continuación, Cristina ha explicado su interés por los conflictos ya que según ella “las guerras siempre cambian la historia y en ellas la gente saca lo mejor y lo peor de sí mismos”. Por ello decide viajar hasta los países y zonas que controlan Estado Islámico para ver el conflicto que existe en esas zonas, ya que “es imposible entender esa parte del mundo con una visión estereotipada y occidental”.
Cristina decide viajar a Libia debido a eso interés. En su primer viaje a Libia ve habitualmente a mujeres en las calles pero en sus últimos viajes prácticamente no ha visto a ninguna fuera de sus casas y las pocas que ve van completamente tapadas. Siempre que ha viajado allí se ha puesto un pañuelo para no llamar la atención y integrarse, ya que de no haberlo hecho “no habría pasado desapercibida y me habrían visto como una oveja negra”. De esta manera pudo observar el entorno de la zona sin llamar la atención.
En Libia, Cristina consiguió entrar en “la burbuja del mundo particular de las mujeres de allí” donde entendió muchas cosas sobre las mujeres de la zona, a pesar de que un principio no le parecía muy interesante, ya que ella tenía puesto su interés inicial en entrar en el círculo de los hombres y escuchar lo que decían. A pesar de haber estudiado árabe, Cristina no lo domina del todo, pero con el tiempo y mediante gestos y miradas se fue entendiendo con las mujeres libias.
Al entrar en ese mundo femenino de Libia, algunas de las mujeres que lo componen le dijeron a Cristina que “con Estado Islámico estaban mejor”. “Esto no lo puedes entender con ojos occidentales. “Piensan así porque les dieron servicios básicos y pusieron órden en su ciudad, pero esa es la cara que mostraron al principio, ante de desvelar su verdadera actitud”.
Después de explicar esta experiencia en Libia, Solías cuenta su viaja a la capital de Irak, Bagdad, donde estuvo junto al ejército de la capital en el frente de batalla. Allí, Cristina contaba con protección (un guardaespaldas) por si la acosaban aunque nunca llegó a ocurrir ningún conflicto entre ella y un hombre. A pesar de eso sintió en una ocasión miedo cuando varios hombres la empezaron a rodear, aunque finalmente no le pasó nada.
En Bagdad Cristina contaba con la ayuda de un Fixer que la ayudaba a moverse por la ciudad y a conseguir historias que sin él no habrían sido posibles.
Para finalizar, y antes del turno de preguntas de los espectadores, Cristina ha hecho referencia a los actos cometidos por Estado Islámico, afirmando que “la religión se ha convertido en un estado de poder” y que “el problema no es la religión, es lo que se hace en su nombre”.
El audiovisual como forma de viaje
Tras la finalización de la charla sobre reporterismo e islam, las dos ponentes de este bloque de la jornada, Paty Godoy y Cossima Dannoritzer, han llegado inmediatamente al Aula Magna.
Tras una breve presentación de las dos ponentes por parte de la moderadora de la charla, Cristina Pulido, Paty Godoy ha tomado la palabra. Nacida en Sonora, México, Paty Godoy es periodista y una amante del mundo audiovisual.
Desde hace 8 años es corresponsal de la radio perteneciente al grupo audiovisual Imagen en España. Además, trabaja para Cadena Tres México y para el periódico Excélsior. Godoy ha explicado que después de leer “Los detectives salvajes”, novela de Roberto Bolaño, se interesa en los desiertos de Sonora, ya que una de las partes del libro transcurre allí y se trata de su lugar de nacimiento. Ella queda impactada por lo que cuenta el autor sobre el lugar. Por ello, decide emprender un viaje hacia sus orígenes, al principio de todo.
Allí, junto a un grupo de periodistas (entre los que se encontraba el también documentalista y licenciado en la UAB Pere Ortín) se propusieron crear un proyecto. Según explica Godoy, ella y sus compañeros de viaje se pusieron manos a la obra, creando un documental transmedia sobre los desiertos de Sonora. "Pretendí hacer el documental en tres capas: la literaria, basada en la novela de Bolaños; la cartográfica, basada en los desiertos de Sonora; y la sentimental, por todo lo que significó volver al lugar que nací" añade la periodista mexicana.
El documental es publicado por Altair Magazine y próximamente se hará una exposición sobre él. Paty Godoy explica que “este viaje a los desiertos de Sonora es un viaje por ese territorio ya explorado por cine y literatura pero a la vez tan desconocido. Un redescubrimiento de la tierra propia, pero sobretodo un viaje sentimental”.
Además, Godoy añade que “la idea es contar historias como las de siempre, pero utilizando las nuevas tecnologías y llegando al mayor público posible”. Para finalizar su turno de palabra, Paty Godoy ha mostrado un extracto de su documental al público y ha invitado a los asistentes a que lo vean.
Paty Godoy |
A continuación ha llegado el turno de palabra de Cossima Dannoritzer.
Nacida en Alemania, Dannoritzer es una productora y creadora independiente que está especializada en la realización de documentales y que ha trabajado con la BBC en Alemania y con Televisión Española en lengua catalana.
“El momento de hacer un viaje para entrar en un mundo desconocido es algo que funciona muy bien en un documental” afirma Dannoritzer al iniciar su turno de palabra. Para ella se pueden utilizar mapas o estadísticas, pero es mucho mejor coger de la mano al espectador y hacerle aprender algo nuevo.
Cossima ha seguido con su intervención explicando que el primer paso para viajar como periodista es el de documentarse, buscando historias y personajes de los lugares a los que vamos a viajar. A continuación se ha reproducido el tráiler del documental Kaufer für die Müllhalde (‘Comprar, tirar, comprar’), dirigido por ella misma, y que trata de la obsolescencia programada, por el cual Cossima recibió varios premios.
Además, también se ha mostrado a los espectadores el avance de su próximo documental titulado Time Thieves (‘Ladrones de Tiempo’). Después de la presentación de los tráilers Cossima ha hablado de la importancia del viaje interno y de cómo este no nos tiene que impedir movernos y ver más allá.
Cossima Dannoritzer |
Por su parte, Paty Godoy ha explicado como quisó expandir los límites de la crónica viajera con su documental transmedia. Además ha comentado lo siguiente: “Las mujeres tenemos que contar historias aunque no necesariamente sean mejores. En un principio tuve vértigo a poner mi voz en el documental, pero al final vi que tenía que romper el círculo de inseguridad".
De esta manera ha finalizado la segunda parte de la la VII jornada de Comunicación, Viaje y Aventura.
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